Jesús se aparece a María Magdalena (Jan Cossiers)


La pintura Jesús se aparece a María Magdalena de Jan Cossiers es una pieza maestra del arte barroco que captura un momento importante en la narrativa cristiana: la aparición de Cristo resucitado a María Magdalena. 

No solo destaca por la maestría técnica, sino también por el simbolismo que contiene, el cual se relaciona directamente con el pasaje bíblico de Juan 20:11-18. Este evento, narrado en el Evangelio de Juan, es una de las apariciones de Jesús tras su resurrección y tiene implicaciones significativas para la Cristología.

Jan Cossiers, fue un pintor flamenco del siglo XVII, conocido por su habilidad para capturar la emoción humana y los detalles meticulosos en sus obras. En Jesús se aparece a María Magdalena, Cossiers utiliza una composición dinámica que guía la mirada del espectador desde María Magdalena, quien está en un estado de angustia y sorpresa, hacia Jesús, quien aparece con gran serenidad. 

La escena pintada está directamente basada en Juan 20:11-18, donde María Magdalena, llorando fuera del sepulcro, es la primera en ver a Jesús resucitado. 

Este pasaje es significativo porque María Magdalena, una figura frecuentemente malinterpretada y marginalizada en la historia de la Iglesia, es honrada con la primera aparición de Cristo resucitado, destacando la relevancia del Evangelio y el valor intrínseco de todos los creyentes, sin distinción de género.

En el versículo 17, Jesús le dice a María: 

No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. 

Este mandato no solo es una afirmación de la resurrección de Jesús, sino también una declaración de la filiación divina compartida entre Jesús y sus seguidores. Al analizar esta escena en el contexto de la pintura de Cossiers, se puede ver cómo el artista capta la tensión entre la inmediatez del momento y la trascendencia de la misión de Jesús.

La elección del artista de representar este momento específico puede ser vista como una meditación visual sobre la Cristología. Jesús resucitado representa la victoria sobre la muerte y el cumplimiento de las profecías mesiánicas. La figura de María Magdalena, que se busca a Jesús, simboliza la humanidad en busca de redención y la nueva alianza entre Dios y su pueblo. 

Además, la instrucción de Jesús a María para que no lo toque tiene una resonancia profunda: señala el inicio de una nueva forma de relación con lo divino, ya no basado en la presencia física de Jesús, sino en una comunión espiritual a través del Espíritu Santo.

El pasaje de 1 Corintios 15:20-22 refuerza esta comprensión: 

Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 

La obra de Cossiers, al ilustrar la resurrección de Cristo, se convierte en una declaración visual de esta verdad teológica: en Cristo, la muerte es vencida y la vida eterna es ofrecida a todos los creyentes.

Jesús se aparece a María Magdalena de Jan Cossiers no es solo una obra de arte de excepcional belleza, sino también una gran escena bíblica que nos remonta a un momento de vida. 

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