Los amorosos (Jaime Sabines)


Al establecer los paralelismos entre Los Amorosos de Jaime Sabines y El Cantar de los Cantares se enriquece al explorar cómo ambos textos navegan en el complejo océano del amor humano, desbordando hacia dimensiones místicas y espirituales. Ambas obras, aunque separadas por milenios y contextos culturales distintos, convergen en la universalidad del amor y su expresión poética.

Los Amorosos de Jaime Sabines, escrito en el siglo XX, es una reflexión profunda sobre los enamorados, aquellos seres consumidos por la pasión y la espera, cuyas vidas giran en torno al ser amado. Sabines captura la agonía y el éxtasis del amor, representando a los amorosos como figuras prácticamente místicas que viven en un estado de constante anhelo y reflexión.

El Cantar de los Cantares, un libro bíblico atribuido tradicionalmente a Salomón y parte del canon del Antiguo Testamento, es eminentemente un poema lírico que celebra el amor humano en términos que a menudo trascienden al propio amor para tocar lo divino. Es famoso por su rica imaginería y su simbolismo, donde el amor se presenta no solo como una unión física y emocional, sino también como una experiencia espiritual.

Podemos recalcar los paralelismos teológicos y poéticos y puestos de la siguiente manera: 

1. La Sacralidad del Amor: 
Tanto en Los Amorosos como en El Cantar de los Cantares, el amor se eleva a una categoría casi sagrada. En el texto de Sabines, los amorosos viven para y por el amor, en una búsqueda constante que les da un propósito trascendental. En El Cantar de los Cantares, el amor entre los amantes se presenta con un lenguaje que frecuentemente se ha interpretado como una analogía del amor entre Dios y su pueblo o la relación entre Cristo y la Iglesia. Aún así, es considerado un poema no sólo de amor, sino hasta erótico, en dónde la expresión de los amantes se lleva a punto de intensidad que mueve el cuerpo y el espíritu. 

2. La Intensidad del Deseo: 
Ambas obras exploran el deseo no como algo superficial o meramente físico, sino como un poderoso vehículo de conexión emocional y espiritual. En Los Amorosos, el deseo es palpable en cada línea, con los amantes perpetuamente insatisfechos, siempre en búsqueda de una unión más profunda. El Cantar de los Cantares utiliza el deseo para ilustrar no solo la pasión física, sino también un anhelo espiritual profundo.

3. El Lenguaje Poético y la Imaginería: 
Sabines y el texto bíblico hacen uso de una rica imaginería poética para expresar los matices del amor. La poesía se convierte en un puente entre lo mundano y lo divino, con metáforas y símiles que elevan la experiencia amorosa a una dimensión sublime.

4. La Dualidad del Amor: 
En ambos textos, el amor es fuente de gran alegría y profundo sufrimiento. Esta dualidad refleja la complejidad de las relaciones humanas y, a nivel teológico, puede interpretarse como el constante diálogo entre la humanidad y lo divino, entre la presencia y la ausencia, entre la plenitud y la carencia.


Tanto Los Amorosos como El Cantar de los Cantares no solo celebran el amor humano en sus múltiples facetas, sino que también proponen una lectura donde el amor es visto como un reflejo de lo divino, un medio a través del cual se explora la espiritualidad y la conexión más profunda con el otro. Estos textos, a través de su profunda carga emocional y espiritual, permiten encontrar puntos de intersección entre lo poético y lo divino, haciendo del amor un campo fértil para la contemplación teológica y existencial.

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